Con
M de Molino
Nos
empeñamos en jugar a ver gigantes donde solo hay molinos como Don
Quijote.
A
veces magnificamos los problemas sin ser capaces de ver soluciones a lo que nos ocurre. Nos aferramos en lamernos las heridas pero no con
el fin de sanarlas sino como forma de dejar que no nos cicatricen, que
siempre estén latentes.
Esos
molinos solo son obstáculos en el camino que debemos superar, no
podemos dejar que se conviertan en gigantes que nos pisen los
talones, acechándonos en las sombras. Los molinos siempre estarán
ahí, son incapaces de moverse, de avanzar, no nos pueden perseguir
porque nosotros si podemos seguir caminando y cuando miremos hacia atrás cada
vez se verán más pequeños hasta que desaparezcan de nuestra vista
Hay
que saber no volver a cometer los mismos errores, no volver a pisar
el camino que ya hemos cruzado, retroceder nunca, porque agua pasada
NUNCA mueve molinos
0 comentarios:
Publicar un comentario