Un cumpleaños, el gimnasio y una reflexión

Un cumpleaños, el gimnasio y una reflexión

Empecemos 2 y 2 son 4, 4 y 4  son 8 y ¿8 y 8?... 16 exacto, pues esas son las horas que me paso sin parar y más en estos meses cuando todo se complica: el trabajo, la niña, la casa y por si fuera poco el cumpleaños de la enana esta a la vuelta de la esquina pisándome los talones, Y si suman las 16 horas más la 8 que intento dormir te dan 24 por lo cual a mí las 24 horas del día se me hacen pocas y así pasa que un día sin esperarlo te das cuenta de que te has emocionado cuando a abrir el cajón del armario de las toallas estas están colocadas (es totalmente verídico aun no me he sobrepuesto del todo)

Pero vayamos al tema del cumpleaños. ¿De verdad un cumpleaños requiere tanto esfuerzo?... Pues sí ¿qué quieres que no lo celebremos y cuando crezca crea que nos olvidamos de su primer cumpleaños? (por respeto no diré quién es el que hizo la primera pregunta sobre todo porque quizás su madre no le quiso lo suficiente o le perdió con un jersey de rayas rojas y blancas por algún libro de la literatura) Así que tras esta conversación he decidido seguir yo con los planes a mi manera en las horas libres que me quedan entre sueño y sueño.

Y como una cosa une la otra me fui de compras para elegir la ropa para el cumpleaños ¿Qué va a ser esto de que no se estrene nada ese día? El caos era impresionante aunque debo decir que esta vez no hubo lucha sin control por conseguir ese adorado vestido y claro aquí la importante es la niña pero la madre no va a ser menos y maldita hora que se me ocurrió salir de compras ,y no lo digo porque terminara el carrito de mi hija llena de migas de gusanitos, que también, sino porque yo creo que las tallas han encogido un poquito más y solo hacen ropa para Stacy Malibu porque es imposible que una 38 no la entre ni a mi sobrina que tiene 7 años , esto se esta yendo de las manos por favor. Así que con todo mi disgusto opte por la solución más fácil ¿comprarme otra talla? No apuntarme a un curso extremo de fitness en el gimnasio y cuando digo extremo digo EXTREMO. Porque no lo niegues tu entras ahí como la señorita perfecta y lo primero que haces es echar esa mirada indiferente observando que ambiente hay ,que tú crees que estas echando la mirada soy súper guay pero en realidad pareces un perro salchicha estreñido, así que observas y punto 1 no encuentras a nadie tipo musculitos del anuncio de trivago que digas contigo sí que hacía yo flexiones en supino prono ,así que cuando no has encontrado a nadie así pasas al punto 2; decidirte entre hacer skurting, running, irofacing o directamente irte a la cafetería a por una coca cola y un bocadillo jamón y que le den a todo. Mens sana in corpore sano decían los filósofos, pues yo ni la mente la tengo bien ni por culpa de estas semanas en el gimnasio el cuerpo tampoco, porque mi avance a sido un pinzamiento lumbar, unas agujetas hasta en el dedo pequeño del pie y que ahora yo sigo manteniendo que tengo un brazo más largo que el otro por los estiramientos.

Así que al final he llegado a una conclusión mientras me tomaba hoy un café con leche y azúcar acerca de los cumpleaños, las tallas de ropa, el gimnasio y etc., como dijo esa gran filósofa que es mi madre: a partir de ahora todos los días son San Manuel bendito, así que iros todos a tomar por culo un ratito

Mamicienta