Si ya de por si es difícil saber la misión que cada uno tenemos mucho más complicado es cumplirla. Todos venimos para algo bueno,somos la parte que alguien necesita en algún sitio o momento preciso necesita para que algo ocurra. Puede que sean pequeñas e insignificantes cosas o muy grandes que sin ti nunca se hubieran podido dar.
Hay veces que cumplir con nuestra misión se nos hace pesada, difícil, complicada y queremos cambiar todo, pero siempre volvemos porque de pronto ves algo que te recuerda algo de tu vida, algo que te hace retroceder para seguir avanzando en el camino que tienes que seguir intentándolo siempre y decidir seguir luchando. En la vida no te puedes aferrar a algo imposible pero si al menos hacerlo probable y afrontarlo como algo que puede resultar increíble.
Toda misión se ve recompensada, es cierto que no tan pronto como nos gustaría pero tarde o temprano llega. Así que vamos a dejar de quejarnos y vamos a cumplir con nuestra misión personal desde el minuto uno, puede que lo que se espere de nosotros sea algo simple como ponerte a reír en un sitio y que tu risa se contagie y se convierta en una carcajada conjunta que alegre a alguien, que levante el ánimo y nos haga más cercanos.
Porque la risa es como las misiones, cuando alguien empieza a realizar la suya es imposible parar y todos empezamos a cumplir nuestro papel
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